10 de septiembre de 2010

Animate a ponerle límites

Cada vez son mas numerosos los padres de niños muy pequeños (de 3 a 5 años) que se quejan que no saben qué hacer para controlarles, que sus hijos no les obedecen, y que se enfrentan a muchas situaciones en las que los niños se comportan como pequeños tiranos que mandan sobre sus propios padres. Y se preguntan: ‘Si hacen esto ahora, ¿qué no harán cuando tengan 15 años?’

Muchos de estos casos están reflejando un problema educativo muy frecuente en nuestros días: la dificultad de muchos padres para poner límites firmes y eficaces a sus hijos desde sus primeros años.

Uno de los errores que pueden cometer algunos padres es el de establecer “límites blandos”, como los denomina R.J. MacKenzie en su obra “Poner Límites. Cómo educar a niños responsables e independientes con límites claros”.

Este autor caracteriza los límites blandos como “Cuando NO significa SI, A VECES , o QUIZÁ”. Es decir, le estamos diciendo ‘No’ al niño, pero al no hacerlo con firmeza, el resultado es que el niño lo sigue portándose mal, no obedece, discute, etc.
Un ejemplo cotidiano y muy común del establecimiento de un límite blando es cuando los padres tienen que repetir una y otra vez las cosas al niño y hasta que no le dan un grito, éste no termina de hacerles caso.

Establecer límites firmes no significa emplear castigos u otros métodos punitivos sino, al contrario, actuar con serenidad pero con firmeza y de manera consistente.

Estos consejos para establecer límites firmes están inspirados en la obra de dicho autor:

1-     El mensaje o la norma debe centrarse sobre la conducta:
Si queremos que un niño haga o deje de hacer algo hay que decírselo con claridad, centrándonos en lo que queremos que haga o deje de hacer, es decir, en la conducta en cuestión, no en la actitud o en la valía del niño. 

2-     Ser lo más concretos posible.

3- Hablar con calma, no hace falta gritar.

4-     Si es necesario, fijar la consecuencia que traerá  consigo el incumplimiento de la norma o límite.

5-     Y lo más importante: actuar en consecuencia. Un límite es firme si siempre lleva aparejada la consecuencia. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario