13 de septiembre de 2010

Filosofar con niños

Relacionar la filosofía con los niños no es algo a lo que estemos habituados, sin embargo es una herramienta excelente para desarrollar su pensamiento. Una propuesta original y excelente para que tengamos en cuenta padres y docentes.



Filosofía para niños (FpN) es una propuesta educativa que brinda a los niños instrumentos adecuados en el momento en que comienzan a interrogarse acerca del mundo y de su inserción en él. Es un programa sistemático y progresivo especialmente diseñado para niños y adolescentes desde los 3 hasta los 18 años. A partir de temas tradicionales de la historia de la Filosofía y, mediante un conjunto de pautas metodológicas, cuidadosamente planificadas y experimentadas, que rescatan la curiosidad y el asombro de los niños y las niñas, se propone estimular y desarrollar el pensamiento complejo (high order thinking) del otro en el seno de una comunidad de indagación. En esta comunidad, en la que sus miembros trabajan para ser capaces de entender el punto de vista de los demás y se esfuerzan solidariamente por descubrir el sentido del mundo y de la sociedad en la que viven es donde se lleva a cabo el programa. FpN, creado en 1969 por Matthew Lipman (EE.UU.) y que se aplica, actualmente, en más de cincuenta países de todos los continentes, no se propone convertir a los niños en filósofos profesionales, sino desarrollar y mantener viva en ellos una actitud crítica, creativa y cuidadosa del otro (caring thinking). Para ello se apoya en:
  • Un conjunto de relatos filosóficos que sirven como textos básicos de lectura y como disparadores para la discusión filosófica.
  • Libros de apoyo para el docente que ponen a su disposición variados planes de discusión y ejercicios que facilitan la consecución de los objetivos propuestos.
  • Un programa de formación para docentes, que les permita extraer todas las posibilidades de los relatos y asegurar un desarrollo secuencial de las destrezas propuestas.
  • Una metodología pedagógica tendiente a transformar el aula en una comunidad de indagación.
     Los niños se asombran y se preguntan no sólo sobre sí mismos, sino también sobre el mundo y la sociedad en que viven, tienen necesidad de encontrar un marco de referencia que dé significado a aquello que les resulta enigmático. Tratan de dilucidar lo que les rodea mediante una explicación científica, mediante algún tipo de historia que les procure una interpretación útil en el ámbito simbólico o formulando el asunto filosóficamente en forma de pregunta. Muchas de las preguntas que hacen frecuentemente, por ejemplo, "¿qué es la mente?", "¿qué es la realidad?", "¿qué son las cosas?", "¿qué es el bien?", "¿qué es lo justo?', "a partir de lo que sabemos, ¿qué podemos averiguar?", pueden ser consideradas preguntas filosóficas. Los objetivos no se agotan en el desarrollo de habilidades cognitivas sino que se orientan a formar personas razonables, lo cual involucra una instancia de sociabilidad en el razonamiento. Además del desarrollo de destrezas cognitivas (destrezas en el razonamiento, en la indagación, en el análisis conceptual, en la interpretación) y del trabajo con conceptos filosóficos ("verdad", "justicia", "belleza", "bien", "lenguaje", "libertad", etc.), el Programa implica el afianzamiento de actitudes y hábitos tales como: desarrollar la capacidad de autocorrección, aprender a escuchar a los demás, prestar atención y esforzarse por entender, pedir y dar razones , etc. Obviamente, la faz formativa trasciende el dominio de lo estrictamente filosófico ya que las habilidades y destrezas son generalizables a otras áreas del saber, y los hábitos y actitudes que se promueven son indispensables en toda sociedad democrática. Es necesario preparar a los niños y niñas para que sean capaces de pensar por sí mismos, a fin de que puedan renovar creativamente la sociedad en la que viven y, al mismo tiempo, favorecer su propio crecimiento creativo. Al decir que la educación debe permitirles desarrollar las herramientas que necesitan para valorar las expectativas sociales de manera crítica, se está afirmando que la educación debe tender al desarrollo de seres humanos capaces de evaluar el mundo y a sí mismos, así como de expresarse con fluidez y de forma creativa y cuidadosa de los demás.
    Algunos objetivos específicos de Filosofía para Niños:
    • Que el niño desarrolle y ejercite su capacidad de razonar (extraer inferencias de distinto tipo, clasificar y categorizar, trabajar con la coherencia y la contradicción, formular preguntas, identificar supuestos, formular relaciones causa-efecto, conocer y evitar -o saber utilizar- la vaguedad en el lenguaje, distinguir ambiguedades, reconocer la interdependencia entre medios y fines, definir términos, identificar y utilizar criterios, ejemplificar, construir hipótesis, contextualizar; anticipar, predecir y estimar las consecuencias, generalizar, descubrir falacias no formales, normalizar frases del lenguaje cotidiano, etc.);
    • Que desarrolle su pensamiento creativo;
    • Que se familiarice con la práctica del pensamiento cuidadoso del otro (caring thinking);
    • Que desarrolle su capacidad para encontrar sentido en la experiencia (descubrir conexiones, descubrir alternativas, ofrecer razones, descubrir relaciones parte-todo y todo-parte, detectar y reconocer incoherencias).

Experiencia:

Trabajar en Filosofía con niños parte de la necesidad de que los niños puedan pensar por si mismos, educándolos para desarrollar sus destrezas, dándoles herramientas para trabajar en comunidad de indagación, donde sus miembros sean capaces de entender el punto de vista de los demás, y se esfuercen solidariamente por descubrir el sentido del mundo y la sociedad en que viven. Mediante un conjunto de pautas metodológicas, que rescatan la curiosidad y el asombro de los niños, se propone estimular y desarrollar el pensamiento complejo del otro en el seno de una comunidad de indagación.
A partir de objetivos claros a trabajar con niños entre 3 y 6 años; se inicia el acercamiento a pautas metodológicas básicas tendientes a desarrollar la capacidad de comunicación, de expresión, la participación y la cooperación entre los niños. Es un proceso que se desarrolla en espiral, donde la función filosófica está presente. Un punto fundamental es ayudar a los niños a descubrir que pueden pensar sobre su pensamiento de una manera ordenada. Trabajar Filosofía con niños implica el afianzamiento de actitudes y hábitos tales como: desarrollar la capacidad de auto corrección, aprender a escuchar a los demás, prestar atención y esforzarse por entender, pedir y dar razones, entre otras.


TEXTOS DE FILOSOFÍA PARA NIÑOS


El libro de las tortugas

Gustavo Santiago
Recrea desde la ficción una experiencia colectiva realizada por docentes y alumnos de una sala de nivel inicial, con chicos de 4 años que “escriben” (oralmente) un libro cuyo tema central son los animales. La aparición -y desaparición- de Aquiles, las pequeñas anécdotas cotidianas y los misterios de la vida animal son algunos de los tópicos en torno a los cuales se teje la trama filosófica del relato. 
En la Introducción se señala que este libro es “como una caja con un montón de agujeritos en la tapa y en las paredes. Adentro de la caja hay animales, montones de animales. Hay cocodrilos, jirafas, hipopótamos, canarios, hormigas, iguanas, dinosaurios, elefantes, abejas y muchísimos animales más. Sobre todo, tortugas. ¡Está lleno de tortugas! Cada página del libro es como uno de los agujeritos de la caja; cuando las leas va a ser como si espiaras para ver qué hacen los animales que hay adentro”.
Invitación, entonces, a asomarse al mundo de la literatura, de la filosofía, de la vida para disfrutarlos de un modo reflexivo; invitación a alimentar la curiosidad, el cuestionamiento, el diálogo; invitación, finalmente, a entregarse a la aventura del pensamiento.

Filomeno y Sofía

Historias para filosofar con los más chiquitos
Gustavo Santiago
Filomeno y Sofía cuenta la historia de dos niños (¿de cinco años?, ¿de seis?) que comparten una misma pasión por los relatos. Sólo que Filomeno prefiere oírlos y Sofía, contarlos. En lo que coinciden sí, es en que una historia se disfruta más si se la comparte con otros y en que la historia no termina cuando acaba su narración, sino que se prolonga en los diálogos que pueden derivar de ella. Jugando a “las historias” y dialogando acerca de las cosas que les pasan, Filomeno y Sofía recrean -sin saberlo- algo que caracteriza a la práctica filosófica desde hace milenios: la reflexión en torno a relatos portadores de sentido y a la propia experiencia. Si bien Filomeno y Sofía puede leerse “de corrido”, como cualquier relato para niños, está pensado especialmente como texto para suscitar la reflexión y el diálogo. Una sugerencia de lectura es hacer con la novela lo mismo que los personajes hacen con las historias que comparten: narrar un episodio y detenerse a pensar acerca de lo escuchado o leído.


ULA. Jugando a pensar

Sérgio A. Sardi
Este libro presenta un personaje (Ula) que busca, a través de preguntas, construir el sentido de su vida, invitando al lector a filosofar con ella a partir de la problematización de los conceptos básicos que fundamentan su vivir. Sus preguntas pretenden estimular a niños y niñas a elaborar sus propias cuestiones y a expresar, en su narrativa cotidiana, una postura en la cual ideas y problemas filosóficos se vuelvan significativos.


El descubrimiento de Aristóteles

Matthew Lipman
¿Qué es lo que Ari descubre? Ari es un personaje curioso y reflexivo, fascinado por el funcionamiento del lenguaje y el pensamiento, lo que lo lleva a descubrir algunas de las reglas de la lógica aristotélica, tal como su nombre lo indica. 
Ari se embarca con su grupo de compañeros y sus docentes en una investigación colectiva acerca de estas cuestiones y en la aplicación de estas reglas a diferentes situaciones que se les presentan en su vida cotidiana. 
Así, en las discusiones que sostiene este grupo de amigos se entrelaza el problema de los fines de la educación y la escuela con el razonamiento inductivo; o la situación que plantea al grupo el hecho de que un compañero no pueda ponerse de pie al izar la bandera por sus creencias religiosas con el análisis de las falacias informales. 
A lo largo de Ari desfilan personajes que ilustran distintos modos de pensamiento y de abordaje de la indagación: Ari el reflexivo, Lisa la intuitiva, Marcos el crítico, María la ingenua, así como distintos tipos de conflictos dentro y fuera de la escuela.

11 de septiembre de 2010

Educar en valores


Bien se sabe que el aprendizaje de valores es un camino. Podemos intentar implementarlos a través de un libro, transformarlo en una aventura existencial o hacer de él un viaje organizado. Los resultados serán muy diferentes según el método elegido, así como también lo será el nivel de aburrimiento de profesores y niños, según el camino que recorran juntos. El mejor aprendizaje es el activo, pero necesita una guía que respete los procesos personales de cada uno.
En los contenidos básicos de los programas de enseñanza, encontramos bloques específicos acerca de la enseñanza de valores, que son reconocidos universalmente porque están basados en la dignidad de la persona y la naturaleza humana. Así, se promueve el bien, la búsqueda de la verdad, la convivencia, la solidaridad, amistad, comprensión mutua, la tolerancia, la honradez, y muchos más. Se enseñan todos los valores posibles pero, a menudo, separadamente, como bloques de un tema fijo.
Sin embargo, en todas las áreas se aprenden valores, y éstos no se enseñan como temas separados y repitiéndolos, sino que deben ser vividos en la vida cotidiana de la sala y de la institución. Esta transformación curricular se debe realizar en una forma diferente, flexible en el uso de tiempos y espacios, en la que los docentes y alumnos aprendan en equipo y participen activamente en el proyecto institucional.
Estos temas preocupan a la sociedad y preparan al sujeto para formar una personalidad crítica, autónoma, capaz de defender sus derechos y respetar a los demás. No deberían ser agregados yuxtapuestos a otras áreas, sino que deberían darse a los temas cotidianos una óptica nueva, en profundidad, para dar sentido e interés a esas mismas áreas.
Frente a estas posibilidades, se nos plantea el tema de cuáles valores priorizar a la hora de decidir en forma concreta qué enseñar. La selección de los contenidos y el énfasis en uno u otro valor va a depender de un diagnóstico que tenga en cuenta el nivel evolutivo de los chicos, así como el cognitivo, el moral, el afectivo, el contexto social y cultural en el que están inmersos, y la indagación de las preocupaciones de cada grupo específico en cada institución. La elección de qué valores enfatizar debería, así, realizarse a partir de las preocupaciones de nuestros niños.
Algunas de las estrategias que podemos implementar en la sala para ir alcanzando estas metas son:

- Discusión de temas morales:
Consiste en narrar un conflicto de valor, que el personaje central debe resolver optando por una u otra alternativa. Se deben plantear conflictos motivadores y adecuados a la edad y experiencia de los alumnos, por ejemplo:

- María llevó al jardín muchas figuritas de un personaje conocido de la tele. Se las mostró a Mariano. Mariano le dice que si ella no le regala algunas, él no será más su amigo.
¿Qué debería hacer, María? 
¿Por qué?
¿Está bien hacer lo que pide Mariano?
¿Es necesario hacer regalos a los amigos? ¿Por qué?
¿Te pasó algo parecido? ¿Qué hiciste?

- Clarificación de valores:
Después de una lectura sobre la convivencia, completar frases inacabadas:
. "Ese perrito que ayudó al más grande, ¿les parece que era malo? ¿era solidario? ¿cómo les parece que era? 
Era ................................?"
. "El nene que no prestaba nada, ¿era amable? ¿Era generoso? ¿Sabía compartir? 
Era ........................?" (de paso, en sala de 5, ¡aprendemos a escribir la palabra que corresponda!)

También podemos aplicar utilizar recursos de resolución de conflictos, habilidades sociales, ejercicios autobiográficos y de autoconocimiento (por ejemplo, ¿qué es lo que más me gusta hacer? Lo dibujo. ¿Cómo soy? Escribo como puedo (sala de 5) dos palabras que me describan, etcétera).



10 de septiembre de 2010

¿Nos comunicamos?


La importancia de una buena comunicación en el hogar

Tener una saludable comunicación en el hogar, posibilita un ambiente de armonía, en el cual los distintos miembros pueden compartir y relacionarse de manera respetuosa y solidaria. Además, permite que exista una mayor comprensión de las diversas necesidades y personalidades de los integrantes de la familia, por lo que cada persona es apreciada y aceptada por ser quien es.
No significa que no se presenten problemas en el hogar, sin embargo, al haber una buena comunicación, los conflictos pueden resolverse de una manera en la que se puede aprender y crecer, así como construir soluciones positivas y creativas. A través de una buena comunicación, los problemas se enfrentan de manera directa y abierta, dentro de un clima en el que todas las opiniones cuentan y las distintas posiciones son escuchadas y respetadas.
Por otro lado, tener una adecuada comunicación en la familia, es crucial para el proceso de construcción de los valores, sobre todo porque es en el propio hogar, donde los/as hijos/as aprenden del ejemplo de sus padres para interiorizar dichos valores. Tener una sana comunicación familiar, permite sobretodo que los valores sean validados e integrados por los miembros. De este modo, la familia podrá tener una verdadera cohesión y estabilidad.

Significado de una buena comunicación

Una buena comunicación, va más allá del hecho de hablar y escuchar. Implica saber qué decir y cómo decir las cosas, así como saber escuchar de una manera activa y atenta. El lenguaje corporal, es una parte muy importante también. Abarca además, habilidades como la comprensión y la empatía
Para que la buena comunicación se de, es fundamental que los distintos miembros de la familia, respeten que cada uno tiene sus propios puntos de vista, distintas prioridades e intereses. También que consideren que los temperamentos y las personalidades de cada quien son diferentes.
Las formas de comunicación se aprenden, por lo tanto, es vital el ejemplo y el apoyo que los padres puedan dar. Además, de la misma forma en que son habilidades que se aprenden, no son fijas, sino que son capacidades que pueden modificarse y enriquecerse constantemente. De ahí la importancia de que los padres se informen y hagan consciencia de cómo están poniendo en práctica, en el día a día, las distintas habilidades de comunicación dentro de su hogar, pues nunca es tarde para formar nuevos hábitos y transmitirlos a los/as hijos/as.




Aprender jugando


"Los adultos a menudo pensamos que los niños juegan para entretenerse, para dejarnos tiempo libre. La realidad es bien distinta. Los niños no juegan para entretenerse, ni para dejarnos tiempo, sino porque es el medio por el que comprenden cómo es el mundo y se integran en él. Jugando desarrollan sus aptitudes físicas, su inteligencia emocional, su creatividad, su imaginación, su capacidad intelectual, sus habilidades sociales... y al tiempo que desarrollan todo eso, disfrutan y se entretienen. Pero nunca en la historia los niños han jugado menos que ahora. ¿Puede esta revolución silenciosa no tener consecuencias?
Los cachorros mamíferos juegan mucho mientras son pequeños, y de esa forma adquieren las habilidades que necesitarán de adultos, de una manera agradable y gratificante. Cuanto más inteligente es la especie, más importante es la etapa dedicada al juego, por eso los niños son los "cachorros" que más tiempo dedican a jugar... si se les deja.

¿A qué jugamos?

El tipo de juego para el que están preparados los niños viene condicionado por su edad y momento evolutivo, y conocerlo es vital si queremos comprender o compartir sus juegos, ponernos a su altura o, simplemente, no interferir.
Hasta los 7 años, aproximadamente, el niño no distingue realidad de ficción y vive en una atmósfera "mágica". Todavía no ha desarrollado plenamente su capacidad de abstracción, por lo que muchos pedagogos consideran inapropiado los intentos de "enseñarles" en clave racional. Ciertas pedagogías han estudiado detenidamente el proceso de desarrollo del niño, y ajustan el programa escolar a esta realidad. Es el caso de la pedagogía Waldorf, para la cual el desarrollo de la inteligencia humana tiene un "calendario" de desarrollo propio, y cada etapa es fructífera si se asienta sólidamente en la anterior. Así nos lo explica Elena Martín Artajo, directora de la Escuela Waldorf de Aravaca, para quien la adquisición de habilidades y conocimiento debe estar en función de la evolución de los niños, y no al contrario. Y en estos primeros años, el juego imaginativo y creativo constituye el fundamento para la aparición posterior del pensamiento abstracto y de facultades racionales más complejas. Dicho de otro modo, en esos años jugar parece ser la actividad más seria que se puede realizar.
Bruno Bettelheim también distingue dos fases claras en la evolución del juego infantil: el juego libre, hasta los 7 años, y el juego estructurado, por el que se van interesando a partir de esa edad.

El juego espontáneo evoluciona de esta manera

Hasta los 3 años, el niño toma posesiónde su propio cuerpo y progresa en el conocimiento del mundo que les rodea. Esuna fase de experimentación con su cuerpo y con su entorno. Susprimeros juegos se basan en la imitación. Los niños juegana desempeñar las mismas actividades que hacen los adultos, adquiriendode esa forma habilidades útiles para su vida.
Entre los 3 y 5 años es la edad de la imaginación. Son capaces de crear símbolos a partir de cualquier cosa -una caja de zapatos puede ser un camión, y un rato después una casa de enanitos- y sus creaciones son plenamente reales para él. Los juguetes demasiado "acabados" reducen sus posibilidades de imaginar y simbolizar a partir de formas básicas.

Entre los 5 y los 7 años, su imaginación continúa desarrollándose, de forma que no sólo crean objetos, sino también historias con un hilo argumental cada vez más elaborados. Es la edad del "vale que". El vale que es el procedimiento por el cual los niños se distribuyen los "papeles" y hacen un primer planteamiento de la historia que van a representar, y que para ellos es muy real. Por ejemplo: "Vale que yo era la mamá y tú eras el bebé y yo te llevaba al médico, etc.". Normalmente, varios "vale qués" durante el juego sirven para distribuir y negociar los "papeles", y van reconduciendo la historia hacia su objetivo.

Las cualidades que se desarrollan durante estas etapas infantiles sonel fundamento mismo sobre las que se asienta la capacidad de materializar y llevara cabo capacidades más complejas e incluso el trabajo de adulto. "Aquellosque se toman el juego como un simple juego y el trabajo con excesiva seriedad,no han comprendido mucho ni lo uno ni lo otro", afirma H. Heine. Este tipode juego es la base sobre la que se despliega cualidades superiores como laimaginación, la creatividad, la perseverancia en el esfuerzo, etc. que puedenresultar seriamente menoscabadas si se impide su ejercicio por medio de,por ejemplo, esa gran neutralizadora de la creatividad, la imaginacióny la diligencia infantil, que es la televisión.

Juego libre y juego estructurado

Hasta esa edad los juegos tienen un alto significado simbólicoy cumple múltiples propósitos. Afirma Bruno Bettelheim en su obraNo hay padres perfectos "los niños se valen de los juegospara resolver y dominar dificultades psicológicas muy complejas del pasadoy del presente. Tan valioso es el juego en ese sentido que la terapiapor el juego se ha convertido en el procedimiento principal para ayudar a losniños pequeños a vencer sus dificultades emotivas".
Jugar es para los niños pequeños un acto creativo de primerorden, que no sólo les ayuda a aprehender el mundo sino a resolver susconflictos y dificultades. Es la edad del juego libre y creativo basadoen la imitación y por el que desarrollan su capacidad para crear símbolose inventar historias a partir de cualquier cosa: una caja de zapatos puede serun camión, y un rato después una casa de enanitos. Este contenidosimbólico de los juegos constituye la base misma de la inteligencia humana,y tienen una "lógica" interna, independientemente de que laentendamos o no.
En esta fase podemos "incorporarnos" a sus juegos imaginativos,pero no conviene "dirigirlos". Es importante no interferirtratando de dirigir el juego hacia comportamientos más o menos lógicospara los adultos pero que desvíen al niño del propósitointrínseco de su juego. Este autor advierte "cuando no haypeligro inmediato, lo mejor suele ser aprobar los juegos del niño sinentrometerse. Aunque bienintencionados, los esfuerzos por ayudarle puedendesviarle de buscar, y a la larga encontrar, la mejor solución".
A partir de los 7 años los niños van saliendo poco a pocode su atmósfera mágica, y ya discriminan claramente entre lo quees realidad y ficción, interesándose por otras actividades. Apartir de entonces comienzan a estar preparados para los juegos estructurados, conreglas previamente establecidas, que continúan completando su "programade desarrollo". Son juegos más activos, más competitivos,en los que el niño vive la exhuberancia de una actividad físicaintensa y gratificante, mientras aprende a respetar las reglas del juego colectivoy compatibilizar sus intereses con los del grupo.

La familia que juega unida...

Arrastrados por la vorágine del día a día, porla inmediatez de lo urgente, muchos padres y madres ven poco a sus hijos duranteel curso escolar, apenas un rato al final del día. Jugar juntos nos pareceun lujo inalcanzable, o incluso una pérdida de tiempo, según eldía. Y sin embargo, compartir el juego no es sólo una formaagradable, lúdica y gratificante de hacer ejercicio y disfrutar en familia.Es también una oportunidad para disfrutar de una relación de camaraderíamás allá de los roles establecidos padres - hijos, un aspectode la relación familiar habitualmente descuidada pero que puede llegara ser de inestimable ayuda, por ejemplo, para capear con mayor estabilidad laturbulenta etapa adolescente.
Y es que, quizá, el escaso valor que damos a la necesidad de jugar enla infancia se deba a que hemos perdido a ese "homo ludens" que todos llevamos dentro. Y si cerráramos ahora los ojos e hiciéramos elejercicio mental de situarnos dentro de pongamos 20 años, es posibleque nos embargue la añoranza del tiempo perdido, ese tiempo pasado enque tuvimos la ocasión y no aprovechamos de disfrutar de ese efímeropresente de padres de niños que crecen demasiado deprisa. Pero estamosa tiempo".
Isabel F. del Castillo  - Autora de “La Revolución del Nacimient

Animate a ponerle límites

Cada vez son mas numerosos los padres de niños muy pequeños (de 3 a 5 años) que se quejan que no saben qué hacer para controlarles, que sus hijos no les obedecen, y que se enfrentan a muchas situaciones en las que los niños se comportan como pequeños tiranos que mandan sobre sus propios padres. Y se preguntan: ‘Si hacen esto ahora, ¿qué no harán cuando tengan 15 años?’

Muchos de estos casos están reflejando un problema educativo muy frecuente en nuestros días: la dificultad de muchos padres para poner límites firmes y eficaces a sus hijos desde sus primeros años.

Uno de los errores que pueden cometer algunos padres es el de establecer “límites blandos”, como los denomina R.J. MacKenzie en su obra “Poner Límites. Cómo educar a niños responsables e independientes con límites claros”.

Este autor caracteriza los límites blandos como “Cuando NO significa SI, A VECES , o QUIZÁ”. Es decir, le estamos diciendo ‘No’ al niño, pero al no hacerlo con firmeza, el resultado es que el niño lo sigue portándose mal, no obedece, discute, etc.
Un ejemplo cotidiano y muy común del establecimiento de un límite blando es cuando los padres tienen que repetir una y otra vez las cosas al niño y hasta que no le dan un grito, éste no termina de hacerles caso.

Establecer límites firmes no significa emplear castigos u otros métodos punitivos sino, al contrario, actuar con serenidad pero con firmeza y de manera consistente.

Estos consejos para establecer límites firmes están inspirados en la obra de dicho autor:

1-     El mensaje o la norma debe centrarse sobre la conducta:
Si queremos que un niño haga o deje de hacer algo hay que decírselo con claridad, centrándonos en lo que queremos que haga o deje de hacer, es decir, en la conducta en cuestión, no en la actitud o en la valía del niño. 

2-     Ser lo más concretos posible.

3- Hablar con calma, no hace falta gritar.

4-     Si es necesario, fijar la consecuencia que traerá  consigo el incumplimiento de la norma o límite.

5-     Y lo más importante: actuar en consecuencia. Un límite es firme si siempre lleva aparejada la consecuencia. 



Conociendo sus derechos podremos defenderlos






Declaración de los Derechos del Niño
Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959


Artículo 1º
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
Artículo 2º 
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.

Artículo 3º
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.

Artículo 4º
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social.
Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal.
El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

Artículo 5º 
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.

Artículo 6º
El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.
Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia.
Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.

Artículo 7º 
El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.

Artículo 8º
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.

Artículo 9º 
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.
No será objeto de ningún tipo de trata.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.

Artículo 10º
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa, o de cualquiera otra índole.
Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.


Historia sobre los Derechos del Niño


La Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que, a partir de 1956, se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño, que se consagraría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinaría a actividades propias para promover el bienestar de los niños del mundo.

Convención sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 1989.
La Convención de los Derechos del Niño es un conjunto de normas acordadas que deben respetar todos los países que la firmaron y ratificaron.
Sus artículos proponen nuevos aportes a los contenidos en la Declaración de los Derechos del Niño de 1959. Y fundamentalmente avanza en el aspecto jurídico, al hacer a los Estados firmantes "jurídicamente" responsables de su cumplimiento.
Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artículo 49.

La infancia




Los primeros años de vida son decisivos para todo ser humano. En esta etapa, los niños y niñas pasan por transformaciones físicas, cognitivas y sociales que marcan la adquisición de competencias y las formas de aprender, relacionarse, comunicarse, jugar y transformar su entorno, a través de la solución de problemas.

De acuerdo con las cifras del censo realizado en 2005, en el país hay casi 4,2 millones de niños y niñas menores de cinco años. De ellos, 1,3 millones reciben alguna forma de atención: el 64% asiste a los hogares comunitarios del ICBF, el 11% a los hogares infantiles auspiciados por esa misma entidad y tan sólo el 24% va a jardines o preescolares oficiales o privados, lo que hace necesario ampliar la atención a este grupo integral.
La educación para los niños y niñas menores de cinco años es tan importante como la atención en nutrición, salud, cuidado y protección. La educación en esta etapa fundamental de la vida mejora las condiciones físicas, la motricidad, las capacidades afectivas y sociales, el desarrollo del lenguaje y las posibilidades de solucionar problemas de manera creativa.
La atención educativa durante los primeros cinco años de vida del individuo contribuye a que se logre una mejor preparación para la educación básica; aumenta las probabilidades de ingreso oportuno al primer grado de primaria; fortalece los aprendizajes; reduce la repetición de cursos -un factor que lleva a la deserción temprana del sistema educativo-, y aumenta la proporción de jóvenes que culminan exitosamente sus estudios.



Les dejamos algo para que reflexionen...          

"La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el cielo, abajo la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar al Cielo; lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba la infancia y se cae en novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato".

(Fragmento de Rayuela cap. 36, Julio Cortázar)






Las virtudes morales



   Las virtudes morales perfeccionan las facultades o potencias apetitivas, tanto las inferiores o apetitos sensibles como la voluntad. Mediante estas virtudes nuestras facultades apetitivas se inclinan hacia lo conveniente y conforme al juicio de la razón. La repetición de los actos provoca en nosotros la aparición de hábitos o disposiciones estables gracias a los cuales nuestra alma puede obrar en determinada dirección con facilidad. Cuando éstos hábitos nos predisponen adecuadamente para el cumplimiento del bien reciben el nombre de virtudes y en caso contrario de vicio.
  Otra tesis característica de la ética tomista consiste en la consideración de la virtud moral como el justo medio: el bien moral consiste en la conformidad del acto voluntario con la regla dictada por la razón, y la igualdad o conformidad es un medio entre el exceso y el defecto. En relación con la justicia, el medio virtuoso es objetivo o independiente de las peculiaridades del sujeto y consiste en dar a cada uno lo que se debe, ni más ni menos. En el caso de la templanza y la fortaleza,  virtudes que tienen como objeto el control de las pasiones, el medio virtuoso no es el mismo para todos los hombres sino que depende de las peculiaridades de cada persona y de las circunstancias. Para ilustrar la idea del justo medio pone Santo Tomás de Aquino el ejemplo del magnánimo; es preciso saber administrar la generosidad, pues en ella cabe el exceso y el defecto; se es magnánimo cuando se es generoso al máximo, pero se puede caer en el exceso si lo somos sin atender a las circunstancias: donde no debemos serlo, o cuando no debemos serlo, o por una razón inconveniente; y se cae en el defecto cuando no tendemos a ello cuando y donde es necesario.

  Las virtudes morales son perfecciones de las facultades apetitivas por ende, podemos fijarnos en el tipo de apetito para hacer una clasificación de las virtudes. El siguiente esquema describe las virtudes morales más importantes:
I. Virtud que perfecciona el apetito superior o voluntad: la justicia; reside en la voluntad y consiste en el hábito de dar a cada uno lo que le corresponde:

  • Cuando la justicia se refiere al bien de toda la comunidad se llama justicia general o legal.
  • Cuando se refiere al bien de cada individuo se divide en
    • distributiva: por ella la sociedad da a cada uno de los miembros lo que le corresponde en función de sus méritos y circunstancias;
    • y conmutativa: rige los intercambios entre los individuos y consiste en dar lo igual por lo igual.
II. Virtudes que perfeccionan el apetito inferior (irascible y concupiscible): están relacionadas con las pasiones:
  • Fortaleza: el apetito irascible es el responsable de la pasión hacia los bienes difíciles de conseguir o audacia y de la pasión hacia los males difíciles de evitar o temor; la fortaleza domina precisamente estas pasiones y nos ayuda a hacer el bien aunque alguna otra cosa nos dañe o amenace dañarnos y nos dificulte la acción buena.


  • Templanza: el apetito sensitivo concupiscible nos lleva a buscar los bienes sensibles y a huir de los males sensibles, y nos puede arrastrar hacia bienes sensibles contrarios al bien de la razón. La templanza modera este apetito y nos ayuda a seguir queriendo el bien propuesto por la razón a pesar de la atracción que podamos tener hacia un bien sensible contrario; nos permite hacer el bien aunque una cosa nos guste o no nos guste.
      Es común denominar “virtudes cardinales” a las cuatro virtudes fundamentales de la vida moral:prudencia, justicia, fortaleza y templanza. A estas virtudes “naturales” añade Santo Tomás otras“sobrenaturales” o teologales: tienen como objetivo Dios mismo y perfeccionan la disposición humana dirigida al orden sobrenatural: fe (creer en Dios y en su palabra revelada), esperanza (confiar en la gracia de Dios para la realización de nuestra felicidad en la vida eterna)  y caridad (amar a Dios sobre todas las cosas y a los demás como a nosotros mismos por amor de Dios). Son infundidas en nosotros por Dios.


Acá les dejamos un cuento para grandes y chicos sobre la justicia.


Un elefante ocupa mucho espacio

Que un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar "en elefante", esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo... ah... eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento:
Verano. Los domadores dormían en sus carromatos, alineados a un costado de la gran carpa. Los animales velaban desconcertados. No era para menos: cinco minutos antes el loro había volado de jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado huelga general y proponía que ninguno actuara en la función del día siguiente.
-¿Te has vuelto loco, Víctor?- le preguntó el león, asomando el hocico por entre los barrotes de su jaula. -¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme consultado? ¡El rey de los animales soy yo!
La risita del elefante se desparramó como papel picado en la oscuridad de la noche:
-Ja. El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de nuestras selvas...
- ¿De qué te quejas, Víctor? -interrumpió un osito, gritando desde su encierro. ¿No son acaso los hombres los que nos dan techo y comida?
- Tú has nacido bajo la lona del circo... -le contestó Víctor dulcemente. La esposa del criador te crió con mamadera... Solamente conoces el país de los hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad...
- ¿Se puede saber para qué hacemos huelga? -gruñó la foca, coleteando nerviosa de aquí para allá.
- ¡Al fin una buena pregunta! -exclamó Víctor, entusiasmado, y ahí nomás les explicó a sus compañeros que ellos eran presos... que trabajaban para que el dueño del circo se llenara los bolsillos de dinero... que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas para divertir a la gente... que se los forzaba a imitar a los hombres... que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los animales querían volver a ser libres... Y que patatán fue la orden de huelga general...)
- Bah... Pamplinas... -se burló el león-. ¿Cómo piensas comunicarte con los hombres? ¿Acaso alguno de nosotros habla su idioma?
- Sí -aseguró Víctor. El loro será nuestro intérprete -y enroscando la trompa en los barrotes de su jaula, los dobló sin dificultad y salió afuera. En seguida, abrió una tras otra las jaulas de sus compañeros.
Al rato, todos retozaban en los carromatos. ¡hasta el león!
Los primeros rayos de sol picaban como abejas zumbadoras sobre las pieles de los animales cuando el dueño del circo se desperezó ante la ventana de su casa rodante. El calor parecía cortar el aire en infinidad de líneas anaranjadas... (los animales nunca supieron si fue por eso que el dueño del circo pidió socorro y después se desmayó, apenas pisó el césped...)
De inmediato, los domadores aparecieron en su auxilio:
- Los animales están sueltos!- gritaron acoro, antes de correr en busca de sus látigos.
- ¡Pues ahora los usarán para espantarnos las moscas!- les comunicó el loro no bien los domadores los rodearon, dispuestos a encerrarlos nuevamente.
- ¡Ya no vamos a trabajar en el circo! ¡Huelga general, decretada por nuestro delegado, el elefante!
- ¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas! -y los látigos silbadores ondularon amenazadoramente.
- ¡Ustedes a las jaulas! -gruñeron los orangutanes. Y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron. Pataleando furioso, el dueño del circo fue el que más resistencia opuso. Por fin, también él miraba correr el tiempo detrás de los barrotes.
La gente que esa tarde se aglomeró delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES. HUELGA GENERAL DE ANIMALES.
Entretanto, Víctor y sus compañeros trataban de adiestrar a los hombres:
- ¡Caminen en cuatro patas y luego salten a través de estos aros de fuego! ¡Mantengan el equilibrio apoyados sobre sus cabezas!
- ¡No usen las manos para comer! ¡Rebuznen! ¡Maúllen! ¡Ladren! ¡Rujan!
- ¡BASTA, POR FAVOR, BASTA! - gimió el dueño del circo al concluir su vuelta número doscientos alrededor de la carpa, caminando sobre las manos-. ¡Nos damos por vencidos! ¿Qué quieren?
El loro carraspeó, tosió, tomó unos sorbitos de agua y pronunció entonces el discurso que le había enseñado el elefante:
- ... Con que esto no, y eso tampoco, y aquello nunca más, y no es justo, y que patatín y que patatán... porque... o nos envían de regreso a nuestras selvas... o inauguramos el primer circo de hombres animalizados, para diversión de todos los gatos y perros del vecindario. He dicho.
Las cámaras de televisión transmitieron un espectáculo insólito aquel fin de semana: en el aeropuerto, cada uno portando su correspondiente pasaje en los dientes (o sujeto en el pico en el caso del loro), todos los animales se ubicaron en orden frente a la puerta de embarque con destino al África.
Claro que el dueño del circo tuvo que contratar dos aviones: En uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes, la foca, el osito y el loro. El otro fue totalmente utilizado por Víctor... porque todos sabemos que un elefante ocupa mucho, mucho espacio...

¿Sabias qué...? Este cuento, junto con todos los incluidos en el libro titulado "Un elefante ocupa mucho espacio" fue prohibido en la época del proceso militar.